La Inteligencia Artificial aplicada a la pesca del atún




Marine Instruments lleva muchos años inmersa en el negocio de las boyas para la pesca de atún. Comenzamos en 2003 con boyas basadas en tecnología HF, rápidamente se dio el salto en 2005 a la tecnología satélite a través de Inmarsat y a partir de 2008 continuó de la mano de Iridium. Sin duda alguna el cambio de tecnología de la vía radio a satélite fue un salto cualitativo para los usuarios, que obtuvieron mejoras significativas respecto a las funcionalidades del producto como cobertura ilimitada, posibilidad de compartir boyas entre barcos, recepción en la oficina, mejoras en soporte, etc.

 

Este cambio fue sin duda muy importante, pero lo fue más cuando en 2009 Marine Instruments introdujo una boya que incorporaba un transductor acústico en su interior. Gracias a esto las boyas dejaron de ser un mero aparato que se ataban al objeto para hacer el seguimiento de su posición en tiempo real. En ese momento, con la integración de la acústica, la boya era capaz de dar información acerca de la presencia o no de pescado y cuánto, permitiendo aumentar la eficiencia a los barcos atuneros que optimizaban sus rutas respecto a lo que venían haciendo hasta ese momento.  Este cambio fue tan importante que en pocos años apenas quedaron en el mercado boyas que no incorporasen esta tecnología.

 

A partir de ahí la tecnología acústica siguió evolucionando sin descanso, desde boyas con transductores con una única frecuencia a aquellas que incorporaban dos o en ocasiones tres, tratando siempre de mejorar la estimación de biomasa y trabajando el camino futuro hacia una posible identificación de especies, es decir, ser capaces de llegar a diferenciar los diferentes tipos de atún debajo del objeto. Hay que decir que es aquí donde las diferentes empresas fabricantes de boyas están poniendo el énfasis de mejora en este momento. Sin embargo, y complementando la investigación acústica, Marine Instruments ha seguido un camino paralelo y disruptivo desde hace unos años, el de la Inteligencia Artificial (IA).

 

En efecto, más de cuatro años de trabajo ininterrumpido en este nuevo campo con un objetivo claro: convertir el dato acústico en información de valor. Hasta ahora las boyas siempre habían funcionado como un sensor que mide el rebote acústico debajo de ellas y, dependiendo del rebote, se estiman las toneladas. Pero eso está lejos de dar información acerca de si ese rebote es pescado comercial o no, que es lo que realmente busca el cliente. Con la salida de la M3iGO Marine Instruments rompe con esa premisa por primera vez.

Este nuevo modelo convierte el dato crudo del rebote acústico en información de auténtico valor para los patrones. En efecto, esta es la primera boya capaz de discernir dentro del rebote acústico la parte que pertenece a pescado comercial y la que no y gracias a esto la M3iGO es capaz de proporcionar una mejor estimación de la biomasa que realmente importa, la del atún. A partir de ahora el análisis de cada boya es más sencillo y eficaz, haciendo que los patrones utilicen menos tiempo en análisis y puedan dedicarse más a lo que realmente saben: pescar.

 

Para llegar a este objetivo se ha trabajado muy duro, comenzando por el trabajo de un equipo especializado en Inteligencia Artificial dentro de la empresa, que ha sentado las bases teóricas y técnicas de un proyecto de esta envergadura. Además, se ha complementado con el conocimiento de los ingenieros acústicos y todo el equipo de proyecto, finalizando con una validación en campo en cada uno de los océanos.

 

De esta forma Marine Instruments convierte a su nueva boya en la más inteligente del mercado, combinando la última tecnología hardware y acústica con algoritmos de Inteligencia Artificial, es decir, transformando la información en valor: valor de pesca.

 

El resultado de todo este esfuerzo es la M3iGO, el futuro de las boyas de pesca de atún ya está aquí.

 

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